Si te limitas a ignorar tus sentimientos, nunca llegarás a saber qué podría haber pasado, y en cierto modo eso es peor que enterarse de que te habías equivocado de buen principio. Porque si te equivocas, puedes seguir adelante sin volver la vista atrás y sin preguntarte qué podría haber pasado.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
tan bueno como el anterior
ResponderEliminar